Uf. ¡Cómo odio febrero! No me gusta el frío ni las tardes de
invierno. Es verdad que los días empiezan a alargar, que son cuatro semanas
contadas y que a veces ha traído giros inesperados y nuevos comienzos.
Pero este año nos ha traído grandes momentos, ajenos a mi
circunstancia, que me han hecho replantearme toda mi preexistencia. ¿Por qué no
me metí en política en su día? ¿Estaré aún a tiempo? ¿Puedo ser el relevo
generacional de Celia y Rita? ¿Es preciso pasar por la peluquería de Rosa Díez?
El caso es que mientras los españoles que tenemos la suerte
de mantener un trabajo nos dejamos la piel cada día para que esa eventualidad
(que indefinido no es infinito, no lo olvidemos) no cambie, algunos políticos
nos hacen ver que hay algo más al otro lado. Que hay otros mundos y deben estar
en este.
Primero, el discurso de Rita (más de 20 años
alcaldesa), un poco pasada de rosca y quién sabe de qué más. Cuánto
gozo ha dado a los valencianos y, por extensión, a todos los ciudadanos de este
país. En invierno, gracias a ella, hace caloret (que se pase cualquier día de
esta semana por Teruel) y ha construido el valenciano equivalente al inglés de
Ana Botella en una intervención de poco más de un minuto. Con más de millón y
medio de visualizaciones en dos días. Una estrella de la comunicación y la
oratoria.
Magistral intervención. Magistrales los inmediatos chistes,
memes y parodias en youtube. Vaya por delante todo mi apoyo a los encargados de
llevar su campaña para las municipales. Vuestro reto es nuestro reto (o sea: a
ver cómo arregláis el desaguisado). Y, puestos a hacer confesiones, diré que me
he apuntado a un botellón virtual con Rita estas fallas. Más gozo y quién sabe
si el arranque definitivo de mi carrera política (como comprenderán, a estas
alturas el partido político es lo de menos).
Y por si no lo tenía del todo claro, la tolerante Celia se
dedica a pasar pantallas del condenado Candy Crush mientras los diputados
aguantan el tedio (pobres, pruebas nos pone el Señor) del debate del estado de
la Nación. Con un par.
¿Hay algún sitio donde apuntarse? ¿Hay listas de espera o
números clausus? Si hay que hacer alguna sustitución, ya saben cómo contactar conmigo.
Yo
también quiero caloret del bueno.